Presentación

Un hechicero del norte intenta preservar los secretos de su arte y
transmitirlos a una nueva generación, con la esperanza de que alguien logre lo
que ha intentado durante varios siglos: Capturar un Unicornio en la Caja de las
Ilusiones.

Estas son las artes que nos transmitido.


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miércoles, 2 de septiembre de 2009

El Jardín de las Delicias



Hyeronimus Bosch, conocido como El Bosco, es uno de los creadores más intrigantes de los siglos XV y XVI debido al gran simbolismo que manejaba en sus pinturas. Aunque la intención de sus cuadros resulta confusa, la mayoría de los expertos concuerda que su objetivo era dar mensajes claros y moralizantes acerca de la virtud, la fugacidad de los placeres y la fácil trampa del pecado que amenaza a la Humanidad, todo expresado en un contexto mágico.

El cuadro "El Jardín de las Delicias" es un tríptico en donde el Bosco retrata su propia visión acerca de la decadente historia de la Humanidad.

En la primera parte aparecen Adán y Eva junto a Dios, y cerca de ellos está la figura amenazante de la serpiente que los arrastraría al Pecado Original, causando su expulsión del Paraíso.
La parte central muestra la vida del Hombre en el Mundo. Parece una fiesta llena de animación y exotismo, pero el Bosco emplea varios símbolos para ilustar que la felicidad que se vive ahí es falsa, viciada por el desenfreno y la inconciencia. La gente vive entregada a los placeres mundanos en una especie de trance. Las interpretaciones concuerdan en que el hecho de que la gente este desnuda y muestre comportamiento amoroso es un claro ejemplo de que la lujuria es un factor determinante en ese carnaval; situación que siempre interesó al Bosco.
La tercera parte es el trágico e inexorable fin de los que sólo se dedicaron a la diversión y el placer: El Infierno. Aquél bello Jardín se ha convertido en una visión alucinante del castigo por vivir una vida disipada entregada a los placeres terrenales. La gente alegre se ha vuelto miserable y lastimera, atormentada por demonios, y sin ninguna posibilidad de escapatoria o redención.

Es importante mencionar que Felipe II, devoto católico y enemigo de herejes y protestantes, se mostró muy interesado por la obra del Bosco, llegando a adquirir varios de sus cuadros. El Jardín de las Delicias era una de sus piezas favoritas, seguramente por el significado religioso contenido en él.

El Jardín es una obra atrayente e inquietante, llena de figuras mitológicas, grotescas y hasta mágicas. Es difícil no sentir un grado de fascinación ante una obra tan original y novedosa.

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